Ante la duda, comienza con tu cuerpo
Por muchos años nos han vendido el discurso de que no somos nuestro cuerpo, sino un alma, un espíritu que habita un cuerpo. Si bien estas afirmaciones pueden ser reales, también son incompletas y pueden llevarnos a una peligrosa posición de separación de la Totalidad.
Somos más que nuestro cuerpo, somos más que nuestra mente, e incluso como más que nuestra alma. Somos parte de un Organismo Vivo (a muchos niveles) y nuestro cuerpo es el vehículo con el que transitamos la existencia en esta dimensión (3D), donde la densidad es mayor y se caracteriza por su lentitud.
Sin embargo, lo que llamamos cuerpo, es un conjunto de incontables partículas que forman a su vez a cada átomo y célula del organismo, todas vibrando y generando la energía necesaria para mantenernos “sólidos”. Para poder llegar a niveles más sutiles de Consciencia espiritual, es necesario que revisemos primero la relación con nuestro cuerpo.
Por ello, si te encuentras cansado, confundido, perdido, triste, estancado o en cualquier forma de desequilibrio, y no sepas qué hacer para salir de ese estado, comienza cuidando de tu cuerpo.
Lávate la cara, dúchate, viste tus prendas favoritas, cepilla tu pelo, maquíllate, ponte cremas, corta tus uñas, píntatelas; si tienes una tina, date un largo baño caliente. Baila, grita, agita tu cuerpo, sacude la cabeza, los brazos. Ignora a los pensamientos y ríe, con carcajadas cada vez más profundas, ríete de nada y de todo, siente tus músculos, siéntete en tu perfecta totalidad.
Cierra los ojos y respira profundo, de cara al Sol, acaricia tu piel, mírate las manos y agradece a tu cuerpo por todo lo que hace por ti.
Recuerda que, aunque no parezca, tu cuerpo no es tu enemigo, y tampoco lo es tu mente. Ambos son inocentes y tienen un sólo objetivo: tu supervivencia.
Cada acto de amor propio que puedas hacer por tu cuerpo hoy, para salir del desequilibrio, es un acto de valentía enorme, no existe acto pequeño. Así que celebra cada paso y ten la certeza de que, cuando abras las ventanas, el sol seguirá brillando en el cielo, no importa cuánto tiempo lleven cerradas.
Te amo.